La directora del CEPT nº 11 de Martín Fierro, Stella Maris Camilo, destacó la figura de San Martín, enumeró distintos hechos que reflejan sus ideas y convicciones, y pidió que “a luz de su ejemplo y de su mandato florezcan en cada uno de nosotros sus valores, tan necesarios en estos días que corren”, durante el mensaje pronunciado en el acto oficial por el 172° aniversario del Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín.

“A lo largo de la historia mucho se ha dicho sobre la epopeya y también sobre la vida del General José de San Martín: de su nacimiento en la inhóspita Yapeyú, de sus inicios como soldado en la Península Ibérica, de su formación en Caballería, Infantería y Marina, de su participación en la Logia Lautaro, de la creación de los Granaderos a Caballo, de su trabajo en el Ejército del Norte, de su calidad de estratega para pensar la liberación de América, de su gran hazaña del Cruce de los Andes, de su valiente participación en las declaraciones de Independencia de Argentina, Chile y Perú, del tan renombrado encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil, de su ostracismo, y de sus últimos días”, enumeró Camilo.

No obstante, consideró que “hay en San Martín una gloria mayor que la de haberse medido con la montaña o el mar, o la de haber vencido las armas españolas, y es la virtud excepcional de un guerrero, de haber sabido vencerse a sí mismo, y haber renunciado a los ascensos, los honores y los premios del triunfalismo”.

Asimismo, señaló que “la integridad de San Martín se hacía carne en hechos concretos, en los que demostró la austeridad en tiempos de crisis, su generosidad y sacrificio para lograr la independencia de los pueblos americanos”.

En este marco, la directora enumeró pequeños grandes actos que muestran sus convicciones y valores, entre ellos, “cuando nombrado gobernador de Cuyo en 1814 renunció a la mitad de su sueldo, o cuando después de la victoria de Chacabuco, el Cabildo de Chile lo recompensó con 10 mil pesos que él agradeció pero dispuso que se los destinara a la formación de la Biblioteca Nacional, o cuando recibió en su residencia en Santiago una vajilla de plata y la devolvió con las siguientes palabras: “No estamos en tiempos de tanto lujo…”.

“No le importó sacrificarse en pos de sus objetivos y así lo expresó a su amigo Tomás Godoy Cruz: “Todo es necesario que sufra el hombre público para que esta nave llegue a puerto” refiriéndose a la libertad de América, o en su otra carta en la que señaló: “Si queremos salvarnos es preciso grandes sacrificios”.

“Su posición ante la ambición la dejó por escrita en varias ocasiones: “No me cabe en mi imaginación como hay hombres que por su ambición o pasiones personales quieran sacrificar la causa de América”, recordó la directora.

Siguiendo esta línea de pensamiento, la docente recordó que “no quiso participar en guerras civiles, ni en enfrentamientos que consideraba estériles y así se lo dijo por carta al por entonces gobernador de Santa Fe, Estanislao López: Unámonos paisano mío, combatir a los maturrangos que nos amenazan, divididos seremos esclavos depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor, mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas”.

“Su obsesión fue la libertad de su patria, ese fue el objetivo que lo desveló hasta el momento de su muerte”, dijo Camilo para señalar que “en los momentos más difíciles es cuando aparecen las peores miserias pero también las mayores virtudes del ser humano, y por eso es importante recordar algunos aspectos de este gran hombre, íntegro, austero, generoso, sacrificado y modesto, que a luz de su ejemplo y de su mandato florezcan en cada uno de nosotros sus valores, tan necesarios en estos días que corren”.