La Casa de la Historia y la Cultura fue anoche (jueves) escenario de un enriquecedor encuentro de mujeres que fueron elegidas Fortineras y que aún continúan su labor en la comunidad.
Durante el Primer Encuentro de Fortineras del distrito de Trenque Lauquen, organizado en el marco del Mes de la Mujer, dieron su testimonio ocho mujeres: Lucía Urquizú (Fortinera 2004), Eloísa Lencinas (2005), Melba Miller (2006), Juana Ponce (2008), Graciela Azcola (2011), Matilde Lacrouts (2013), Sofía Sosa (2014) y Marta Frutos (2015).
A su turno, y con la Directora de Educación municipal, Patricia Muñagorri como moderadora, cada una hizo un breve recorrido de su historia de vida y su nutrida experiencia solidaria. La emoción, las risas, las lágrimas y las anécdotas fueron comunes denominadores en el relato de estas mujeres que dejaron en el auditorio un cálido sentimiento de agradecimiento y orgullo.
“Para mí hubo un antes y un después tras haber sido elegida Fortinera, porque llegaron más chicos y desde más lejos. Este encuentro de hoy me motiva para trabajar más. Dios me ha bendecido porque abrazar al otro es algo maravilloso”, sostuvo Negrita Lencinas quien sigue trabajando en el Auditorio Cristiano.
Los mensajes inspiradores abundaron: “No tenemos necesariamente que tener mucho dinero para ayudar a los demás; todos nos necesitamos unos a otros. Siempre me dediqué a ayudar y parece que eso me ha dado más vida”, dijo Melba Miller, a sus 85 años y en plena actividad solidaria en la capilla de Itatí.
Porque nadie quedó indiferente a la sabiduría que manaba de esas mujeres que, en muchos casos, no se sienten merecedoras de reconocimiento. “No puedo creer que se le tenga que dar un premio a una persona por algo que debe hacer. Dar a otro vuelve multiplicado, y yo recibí tanto que no me va a alcanzar la vida para agradecerlo”, definió la enfermera Graciela Azcola, reconocida también por su labor en Genap.
También hubo un momento para recordar a las Fortineras que no pudieron estar presentes por cuestiones personales, como Isabel Verdier, Rita Palavecino y Gladys Espeleta, y para aquellas que fallecieron: Erminda Luna, la Hermana Arcelia y Margarita Alonso.
De manera informal, el intendente Miguel Fernández reflexionó que “uno se siente pequeño cuando escucha estos testimonios de trabajo desinteresado y en silencio. Hago un fuerte reconocimiento a estas mujeres no como intendente sino como ciudadano y ojalá su ejemplo se derrame en nuestra comunidad”.
En el cierre del encuentro se sirvió un lunch donde abundaron saludos, felicitaciones y más risas, porque la alegría fue la dueña de la noche.

HISTORIA
En el año 2002, siendo intendente el Dr Jorge Barrachia y coordinador de Cultura Osvaldo Ros, se tomó la decisión junto a la Comisión organizadora de Actos Fundacionales de distinguir a una mujer de Trenque Lauquen, “poseedora de valores humanos” que hubiera “sobresalido por su accionar continuo en beneficio de la comunidad”.
Hasta ese momento solo nos identificaba la reina de la belleza.
Hablar de las fortineras desde entonces, significa referirse a mujeres comprometidas y solidarias que han realizado un trabajo sostenido a lo largo del tiempo en pos de ayudar, contener, amparar, acompañar y dar abrigo, desde las más diversas instituciones de la ciudad