La inauguración del Museo de los Carruajes, que se realizó el sábado en el Galpón n°5 del cuadro ferroviario (calle Brown 16 Bis), frente al Chalet de los Ingleses, ante muchísima cantidad de vecinos que se acercó a espiar el pasado y disfrutarlo, representa un mojón y un puente que articula un viaje hacia tiempos idos con otro al futuro cercano: la concreción del Polo Urbano Cultural y un Paseo de los Museos que seguirán ampliando la propuesta educativa y cultural, y potenciará la turística.
“Ya tenemos nuestro Museo (de Arte Mural, Rodolfo) Campodónico, ahora este Museo de los Carruajes y se liberó el Chalet de los Ingleses porque el Polo Científico Tecnológico alberga el Club Social de Innovación, y ahí va a haber otro museo, probablemente el de Bellas Artes. También tenemos el Museo de las Motos, tenemos aquí cerca el Museo Criollo Artigas, tenemos el Museo Histórico Regional, tenemos el Museo Almafuerte, tenemos que terminar de rehabilitar el Museo Ferroviario. Tenemos, tenemos, tenemos. Y ahora hay que hacer un Paseo de los Museos para que la gente que venga de visita (a Trenque Lauquen) tenga una guía para ir a recorrer todos nuestros museos; así que creo que este es un momento para disfrutar”, se entusiasmó y entusiasmó a los presentes el intendente municipal Miguel Fernández.
Luego de la sorprendente llegada del vecino Jorge Milanese oficiando de cochero de un milord, un vehículo a caballo cuyo pescante va montado sobre la parte delantera de la caja formando parte de ella y que siempre tiene capota, comenzó formalmente el acto de apertura del Museo de los Carruajes, que fue encabezado por el Jefe comunal y contó la participación de concejales, funcionarios, la Fortinera Trenquelauquenche e integrante del grupo Memoria en Marcha, Cristina Goires; y representantes de diferentes instituciones culturales de la comunidad y de las fuerzas vivas.
Junto a la exhibición de una decena de carruajes -un sulky, un charré, una chata feriera, un carro panadero y una victoria, entre ellos- y con la histórica carreta donada en su momento por la familia Siderac, que se encontraba en el templete de la Comandancia, en el Palacio Municipal, como “nave insignia”, hubo otros valores agregados que le dieron aún más brillo a la apertura del Museo: un desfile de ponchos criollos aportado por el Museo Criollo Artigas, cuyo responsable, Juan Carlos Artigas, se encargó de relatar, además de interpretar más tarde tres canciones de su autoría; la participación de los bailarines del Ballet del Club Barrio Alegre desfilando con los ponchos; la pulpería en la que se compartieron bebidas tradicionales y una picada; los cuadros aportados por el reconocido artista plástico Ricardo “Calalo” Bossie para realzar el espacio; y la actuación de los integrantes de los talleres de teatro de Pancho Rossi y de teatro para adultos mayores a cargo de Javier Bories, quienes vestidos de época le dieron mayor calidez a la ambientación. Sin olvidar el fogón con choripaneada que se hizo en el patio ya cuando la tarde se alejaba.
Para el esperado corte de cintas, el Intendente invitó a concejales (se acercaron Alberto Rodríguez Mera, Francisco Recoulat y Adriana Velázquez); a la directora del Cultura, María Elena Bocca; a la responsable del Museo Histórico Regional, lic. Inés Maya; al encargado del área de Herrería municipal, Julio Díaz, en representación de todos los empleados que participaron de la obra; a la arq. Sofía Diez, encargada de la adecuación del galpón, en base al proyecto realizado por la dirección de Planeamiento municipal.
El Museo de los Carruajes ocupa una superficie de 15 x 40 metros y el lugar fue totalmente reciclado e iluminado a nuevo, después de que el Municipio, a partir de gestiones del intendente Fernández ante el ministerio de Transporte de la Nación, consiguiera la cesión en comodato del galpón. Tiene un hall de recepción y un recorrido diseñado con pasarelas que permitirán observar cada uno de los carruajes de frente, de atrás y desde los laterales.
La obra civil consistió en la ejecución de un piso de cemento intertrabado, reposición de aberturas rescatadas de otros espacios municipales ya existentes, reacomodamiento del patio, y ornamentación complementaria con objetos compatibles con la estética del lugar.