En las primeras horas de esta tarde (martes) está previsto el arribo a la ciudad del nuevo horno pirolítico de última generación que adquirió el Municipio por un monto de 3.600.000 pesos para destinar al tratamiento de los residuos patogénicos en el PROLIM y se prevé que en el término de unos 35 días, luego del armado, instalación y conexión, se pueda poner en funcionamiento.

El horno fue adquirido a la empresa INCOL, con sede en San Martín, provincia de Buenos Aires, y será descargado en el PROLIM por personal especializado –que luego procederá a  su montaje mecánico en una tarea que demorará dos días-  y una grúa de alta capacidad debido a que una de las partes pesa 8 mil kilos.

“El horno ya fue probado por la empresa, se desarmó, se trasladó y ahora habrá que armarlo en Trenque Lauquen con un montador y un soldador de la propia proveedora que desde ayer (lunes) están en la ciudad”, explicó el sub Secretario de Servicios Públicos, Adhemar Enrietti.

El funcionario detalló que “el montaje completo demandará cinco días; ahora va a ser el montaje mecánico. Luego los representantes de la empresa irán a buscar el tablero eléctrico y la parte computada del horno, que tiene muchos sensores que trabajan en automático. El equipamiento electrónico estaría llegando la semana que viene para finalizar el montaje”.

Mientras tanto, Camuzzi deberá aprobar los planos de obra de la conexión del gas natural desde la vía pública hasta el horno y las medidas de seguridad del equipo. Ese trámite podría demorar entre una semana y diez días. Posteriormente la empresa MEGA Ingeniería, que ganó la licitación y ya tiene los planos de combustión del horno, hará la conexión y colocará dos estaciones de regulación de gas en un trabajo que podría demorar un plazo de 35 días aproximadamente.

Con todos estos pasos cumplidos, el horno pirolítico nuevo estaría funcionando a fines de marzo, listo para hacer la deposición final de los residuos patogénicos del distrito de Trenque Lauquen.

La Comuna además realizó también una inversión cercana a 1.900.000 de pesos en la estructura que albergará al horno pirolítico y que tiene 16 por 20 metros (320 mts2), cubiertos con conexión de gas industrial e instalación eléctrica industrial.

Además cuenta con dos portones, una altura desde los 5 a 7 metros y también oficinas y una sala de control. Son 320 metros cuadrados de galpón y 25 de oficina. Dos playones para el lavado y recepción de los vehículos de 220 metros cuadrados cada uno. Y a todo esto se le anexará una cámara de frío para resguardar los residuos ante cualquier eventualidad.

El horno se había adquirido a través de la licitación pública nº 5/16. La inversión en aquel momento fue de 3,6 millones de pesos y la construcción del edificio demandó 1,9 millón de pesos. A eso se le agregaron 900 mil pesos en la compra de los caños para las instalaciones de los servicios.

Si bien el servicio comenzará a trabajar con los residuos del Hogar Marcelo Castella y del Hospital Municipal “Pedro T. Orellana”, a futuro se prevé poder brindar el servicio a los privados y luego, incinerar los patogénicos de los distritos de Pellegrini, Salliqueló, Tres Lomas, Carlos Tejedor, Guaminí y Rivadavia, y así dar cumplimiento a un convenio firmado por los intendentes de cada partido para establecer el primer consorcio en esta materia en la provincia de Buenos Aires.

El convenio establece también que el distrito de Pellegrini será el encargado de la logística y los camiones de recolección que pasarán por cada ciudad para traer al Centro de Operaciones de Trenque Lauquen los residuos. Y se calcula que cada municipio se ahorrará al menos el 50% del gasto actual en este ítem, que ahora está tercerizado en una empresa privada que opera de manera monopólica en territorio provincial.

El Prolim contaba con dos hornos pirolíticos adquiridos en 1995, es decir hace 24 años. Fueron reparados en varias oportunidades y su vida útil se agotó hace muchos años. Estos hornos sirven para el tratamiento de los residuos patológicos de carácter hospitalario como jeringas, guantes usados, restos de sangre, fluidos,  elementos cortopunzantes contaminados y todo aquel material que haya tenido contacto con microorganismos potencialmente patógenos. Con la incineración se obtiene la eliminación absoluta de los gérmenes y tóxicos sin dañar el medio ambiente ya que las cenizas que quedan luego del proceso son estériles e inocuas.

La puesta en funcionamiento del horno pirolítico es uno de los aspectos clave en el marco del proyecto del Polo Ambiental Integral que la Municipalidad inició en 2016 y pretende desarrollar a lo largo de los próximos años.

En el Polo Ambiental Integral se asentarán diferentes emprendimientos municipales relacionadas a la separación y ordenamiento de residuos sólidos urbanos y su puesta en valor para la comercialización como así también iniciativas relacionadas a la investigación y desarrollo.