Previo al acto de inauguración de la obra de ampliación y puesta en valor del Museo Histórico Regional y de la nueva sala que albergará la colección donada por la familia de Eduardo Pereda, y a metros del sector de ingreso a El Parque, se realizó la inauguración y descubrimiento de la escultura “La Fuerza del Viento”, que fue pensada en el marco de la reinauguración del Parque Municipal “Conrado Villegas”.

Se trata de un Ensamble, a partir de un pino histórico del Parque, con hierro y alambre, y se gestó en respuesta a un pedido de la dirección de Cultura municipal que tenía como objetivo transformar en escultura un árbol ubicado a metros de la antigua entrada de El Parque.

El acto fue encabezado por el intendente municipal, Miguel Fernández y contó con la participación del diputado provincial, Valentín Miranda; el director de Cultura y Educación, Guillermo Ruiz; concejales; autoridades, funcionarios municipales, representantes de instituciones intermedias, artistas plásticos y vecinos/as.

La obra fue realizada por el artista plástico, Pablo “Pali” Luna junto a los colaboradores Esteban Sosa y Cooperativa La Toroide, quienes llevaron a cabo esta obra de gran significado para toda la comunidad de Trenque Lauquen.

El ejemplar, un pino seco, pero en pie, tenía unos 80 cm de diámetro en su base y unos 15 metros de alto. Era una larga y gruesa línea de madera que se fue desarrollando en su más de 60 años de vida, con una inclinación norte/sur de unos 95 grados respecto de la horizontal, claramente provocada por el viento.

Para poder trabajarlo fue trozado en partes y quitado de su lugar original, evitando el deterioro de la madera, producto del contacto con la humedad del suelo. Tres porciones de nuestro árbol fueron talladas y ensambladas con chapa de hierro y alambre. Cada una con su particularidad, las vetas ondulantes y rectilíneas dibujaron una trama distinta en ellas. Todas tienen una inclinación particular que da cuenta de su relación con la fuerza del viento Sur.

Una fuerte estructura de alambre conecta horizontal y diagonalmente los tres volúmenes. Sin este sostén, ninguna de las tres podría mantenerse en pie. Ellas se apuntalan mutuamente, se adaptan a la dirección dominante del viento, y aún así, mantienen su individualidad, la poesía y el color de cada una de sus venas de madera. Son, entonces, una caricia para la pluralidad de todo sueño perseguido por cualquiera de nosotros.

El descubrimiento de la obra estuvo a cargo del Intendente Fernández, el diputado provincial, Valentín Miranda; el director de Cultura y Educación del municipio, Guillermo Ruiz; el artista Pablo “Pali” Luna y colaboradores.

“La obra sale a partir de un pedido de la dirección de Cultura de un pino que estaba justamente ahí, seco y así empezamos a trabajar en partes con esta idea”, comenzó explicando el artista “Pali” Luna.

“El pino tenía una clara inclinación por el viento, supongo que ha sido el motivo por el que se ha secado, y empecé a trabajar en principio tallándolo y después agregándole las partes de fierro”, dijo el artista, quien comentó que buscó parte del material en los talleres del municipio.

“Después ví que tenía esta veta tan hermosa y tan poética, se me dio por empezar a trabajarla con fierro, con varillas de hierro, y chapa para que esas formas orgánicas de curvas y de rectas que tienen las vetas pudieran ser llevadas al fierro y que sean como una expresión de ese viento que hace que todo se transforme, y que lo que está aparentemente estático cuando empieza a soplar ese viento nos modifica a nosotros y modifica todo lo que aparentemente está estático”, comentó.

Tras explicar el proceso de trabajo y la vinculación que tienen las piezas, comparándolo con lo que ocurre en la vida cotidiana donde “todos necesitamos una vinculación que nos sostenga”, Luna agradeció al Municipio, y a todas las áreas que colaboraron para concretar el proyecto, a su familia y colaboradores.

“Es una alegría que esta obra pueda estar acá para disfrute de toda la comunidad de la que estoy tan orgulloso de pertenecer”, concluyó el artista.