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La charla interactiva sobre “Habilidades blandas para un entorno más digital” que Andrea Turchi y Maite Elizondo dieron el viernes en el Polo Científico Tecnológico, finalizó con un enriquecedor espacio de intercambio directo con el público, alentado desde el comienzo por las disertantes y que le dio al encuentro un singular valor agregado.
A partir de un contexto en el que las empresas, Ongs y organizaciones están entrando en la trasformación digital, ya sea incorporando software, expedientes digitales u otras herramientas alejadas del papel impreso, las organizadoras apuntaron a plantear la charla desde la necesidad de enfocarse en las habilidades blandas que ayudan a incorporarse en la era digital de una forma sustentable en el tiempo, para que todos puedan participar y nadie se quede afuera.
Las habilidades o competencias blandas tienen que ver con la comunicación, el liderazgo, la forma en que se consideran los errores o dificultades, cómo se establecen las pautas y de qué manera se desarrolla el trabajo en equipo.
“Al abordar desde temas como ¿En qué punto de la transformación digital está mi organización? ¿Cómo genero contextos seguros y dinámicos de acción? y ¿Qué preguntas hay que incluir en las reuniones para comenzar a innovar?, los asistentes a la charla descubrieron la necesidad de protagonizar los cambios que buscan y de instalar espacios de conversación para enrolar a su personal”, coincidieron en señalar Turchi y Elizondo.
Y agregaron que “instalar la mirada sobre la cultura, cómo es y hace la organización, que hábitos y comportamientos se desarrollan en ella, ayudó a los participantes a comenzar a distinguir cuáles funcionan como barrera y cuáles cómo facilitadores de la transformación”.
“¿Qué se necesita aprender en la organización para que esto sea posible? En primer lugar, aunque suene redundante, poner en el centro de la escena el aprendizaje continuo, autónomo y colaborativo como hábito imprescindible para poder hacer distinto y que facilita también la mirada hacia el error como espacio de crecimiento”, remarcaron.
Los asistentes, alrededor de 30, expusieron inquietudes y problemáticas, hicieron consultas y comentarios y “desde verse reflejados en los ejemplos aportados, reconocieron que pueden comenzar desde donde están, con la gente que tienen, trabajando la cultura digital que dará base a la transformación necesaria”, concluyeron las disertantes.