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Con la actuación del Coro Arpegios de Vida que dirige Laura Carabelli y el discurso central de la concejal del Frente para la Victoria Verónica Crespo, se recordó ayer en el Teatro Español el 159 aniversario del fallecimiento del general José de San Martín, en el acto oficial organizado por el Municipio.

La bandera de la Escuela 47 representó al resto de los establecimientos educativos de la ciudad. Fue portada por Celeste Catrinahuel, como escolta derecha Rocío Sabre y escolta izquierda Candela Suñer.

 “San Martín es la figura de la patria, a la que sirvió con abnegación e ilustró con noble ejemplo de virtudes cívicas y privadas. Fue grande como guerrero, como político y como hombre de bien. Sin más aspiración que la libertad de América, se consagró a la causa con todas sus energías” destacó Verónica Crespo en un párrafo de su discurso.

“Cuando la independencia fue alcanzada supo retirarse de la vida pública sin aceptar honores con que los pueblos agradecidos quisieron premiar sus acciones” subrayó. Y dijo que “estas conductas son propias de hombres superiores”.

Calificó al general de “generoso” y explicó que “jamás ejercitó la venganza, ni siquiera contra sus enemigos. Fue tolerante con los errores ajenos, pero inflexible con el cumplimiento del deber. Enemigo de las vanidades, por eso en su testamento, dispuso que no se realicen honores fúnebres”.

La concejal destacó que San Martín “renunció al gobierno del Chile y de Perú, países que acababan de proclamar su independencia con el esfuerzo del Ejército Libertador a su mando, vivió años en la soledad y en la pobreza, hasta su muerte en Francia el 17 de agosto de 1850”. Y concluyó su oratoria con una frase de José Martí: “Un escultor es admirable porque saca una figura de una piedra bruta, pero esos hombres que hacen pueblos son más que hombres, esos hombres son héroes”.