“Hoy es un día de reflexión, donde nos tenemos que tomar un minuto de lo cotidiano para pensar y volver a sentir lo que algunos hoy ya no sienten; es inevitable que un día como hoy muchos, con matices, nos terminemos emocionando porque nuestra historia tiene mucho de tragedia, de dolor, y es necesario un 24 de marzo reflexionar y volver a sentir eso para que no vuelva a pasar nunca más”, señaló el Intendente municipal, Miguel Fernández, en su mensaje durante el acto oficial por el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, que se realizó esta mañana (viernes) en la Escuela Secundaria n° 9.

Tras destacar el trabajo de la Escuela Secundaria n° 9 y los mensajes de la directora, de la docente, de la alumna del establecimiento y del referente de la Comisión por los Derechos Humanos, Pablo Carabelli, el Jefe comunal consideró que “ésta es una lucha que lleva mucho tiempo, donde mucha gente ha hecho un enorme esfuerzo y aporte para que hoy podamos disfrutar de esta democracia, renga, por supuesto, incompleta, pero democracia”.

En este sentido valoró el trabajo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y dijo que “sin ese coraje de Madres y Abuelas, quizás no se hubiera visibilizado el problema de lo que pasaba en la Argentina; la mayoría de nuestros chicos desaparecidos son del año 1978, año del Mundial, donde la cartelería era ‘Somos derechos y humanos’, y el mensaje ‘Acá no pasa nada’, es de esa época”.

“Sin ese coraje de las Madres y las Abuelas a marchar en contra del miedo para poner de manifiesto la ausencia de sus hijos/as, si no hubiera habido agrupaciones de derechos humanos que desde otro ámbito y con matices hubieran trabajado para defender esos derechos, y teniendo en cuenta que no todos se animaban a desafiar el poder militar con hábeas corpus, quizás hoy la historia no sería la misma; y eso que se fue construyendo primero para visibilizar, luego había que consolidarlo”, dijo.

“Y cuando se recupera la democracia, yo vengo de la militancia política previo al renacer de la democracia, había una decisión que no era compartida por todos: de hacer el juicio a las Juntas, que tiene características únicas en el mundo porque fue la única vez que una justicia civil juzgó a un gobierno militar”, amplió.

Fernández resaltó el trabajo de la CONADEP en todo este proceso, y rescató la labor de gente “proba y reconocida” que hizo su aporte, aunque consideró que “siempre la historia hay que verla en el contexto, parecería que en aquel entonces haber recuperado la democracia daba por hecho que ya los militares no estaban más, que no había poder residual, y sí lo había, mucho tiempo después supimos lo que fue la Semana Santa, los carapintadas, incluso algunos carapintadas después fueron a la política y fueron votados, por eso es que es muy importante a la historia mantenerla vigente”.

Luego de repasar los distintos momentos históricos, Fernández hizo hincapié en un tema que consideró fundamental: “Ayer volví a escuchar a Ernesto Sábato cuando le entrega el informe final de la CONADEP (a Raúl Alfonsín), y por ahí dice algunas cosas que son para movilizar los sentimientos pero también cuestiones que son fundamentales, porque se repiten a menudo como un cliché, lo de la reconciliación, y Sábato decía que no puede haber reconciliación sin arrepentimiento y acá al día de hoy no ha habido arrepentimiento, por eso es difícil reconciliarse”.

También se refirió a la palabra Desaparecidos, y se preguntó “Cómo cerrar una herida cuando todavía íntimamente se tiene la expectativa de volver a encontrarse con un afecto; hay que ponerse en el lugar del otro”. Y pidió reflexionar sobre qué pasaría si a cualquiera de los que estaban ahí, en el acto, un hijo o hija en la actualidad circunstancialmente no aparecía cuando ya debía haber regresado a su casa.

“Esa angustia de la ausencia no tiene remedio, esa es la sensación que debemos tener nosotros adentro cada 24 de marzo, porque además si no hay verdad, no hay justicia, y mucho de lo que nos pasa es esa ausencia de justicia para encontrar la verdad y quizás, lo veo difícil, lograr esa reconciliación necesaria”, subrayó.

Fernández reconoció que esta democracia “es imperfecta, pero no es problema de la democracia, es un problema de la política, no del sistema”, y no dudo en señalar el rumbo a seguir: “Hay que perfeccionar la democracia, que la democracia dé respuestas, porque en la medida en que la democracia no de respuestas con matices, y diferencias, vamos a volver a dar lugar a la necesidad de que mucha gente tenga que encontrar otros métodos para protestar y cambiar la realidad, que fue lo que pasó, hay que ver la historia siempre en el contexto”.

Fernández repasó lo ocurrido en la última dictadura militar y dijo que “en estos 24 marzo además de recordar el dolor, mantener viva la vigencia de nuestra historia, tiene que ser una catapulta para mirar el futuro de cómo hacemos entre todos para acomodar esta democracia que todavía no ha podido dar respuestas.

“La responsabilidad es nuestra, ese es el deber que tenemos hoy”, dijo Fernández, quien sobre el final de su discurso hizo referencia al prólogo del libro de Moreno Ocampo, ‘Cuando el poder perdió el juicio’, donde se hacía una reflexión que tiene que ver con la memoria; él decía que la guerra se repite dos veces, la primera vez en el campo de batalla y la segunda en la memoria, y hoy la batalla continúa, no en el campo de batalla, sino en la memoria”.

“No repitamos la historia, cambiemos la historia por la memoria de mucha gente que luchó para cambiar la historia; hoy tenemos otras herramientas, no tenemos más los militares y tampoco los cómplices, y tenemos el coraje para hacer honor a esa historia de los que no están para empezar a cambiar el destino de nuestra Patria”.