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El taller de Herrería municipal que funciona en el predio de la ex Serenísima realizó un arduo trabajo para poner en condiciones un tromel que se utiliza en la separación de residuos en el PROLIM.

Por esa equipo pasan los residuos orgánicos y se retiran los inorgánicos para su posterior reciclaje.

La Municipalidad tenía dos tromel en desuso y el costo de uno nuevo sale un millón de pesos, por lo que se decidió repararlo con mano de obra municipal.

Según explicó el responsable del área de Herrería, Julio Díaz, “se desarmó todo, lo que se pudo reciclar, se recicló, y lo otro se fue armando. Está como si fuera nuevo”.

En los próximos días se trasladará al PROLIM con la ayuda de una grúa, porque el equipo pesa más de tres mil kilos.

COLUMNAS

A partir de la refacción del taller y la compra de herramientas, en el área se realizan las columnas de alumbrado público, tanto las grandes como las dobles y simples.

La fabricación de columnas en costos tiene una relación casi de 3 a 1 en ahorro a favor de la Comuna si se tiene en cuenta costos de materiales y recursos humanos.