La planta de Procesamiento de Residuos Sólidos Urbanos, recuperó 32.600 pesos por la venta de los diferentes residuos inorgánicos, tras la separación domiciliaria y en la propia planta, de residuos durante los meses de abril y mayo.
La coordinadora del PROLIM, Ing. Andrea Scheffer, explicó que la comercialización se realiza previa compactación-enfardados en prensas hidráulicas y a granel, dependiendo del material entregado.
Los materiales que se vendieron a la planta de transparencia ubicada en la ciudad de Pehuajó, durante los últimos dos meses, fueron los siguientes:
• 37300 kg. de vidrio, por un importe de $7.460.
• 18440 kg. de cartón por $7.744
• 4120 kg. de plástico (PET verde) $3.708
• 2480 kg. de envase de plástico de lavandina (soplado) $3224
• 2387 bidones de alcohol por $2.387
• 3420 kg. de plástico (PET cristal) $4788
• 10860 kg. de papel $ 1846
• 1300 kg. plásticos (PET aceite) $195
• 1700 kg. de tetra brik $765
• 600 kg. de soplado tutti (distintos envases) $480
En relación al trabajo de PROLIM, Sheffer recordó que los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) llegan a la Planta de procesamientos a cargo de Ramón Abans, los días lunes y jueves, después de las 19 hs, correspondientes a los días de recolección de los residuos inorgánicos.
El procedimiento, según explicó la funcionaria, es el siguiente “La actividad comienza a las 6 hs. con una rutina de trabajo. Se introducen los RSU en un trómel, gran cilindro ubicado en posición casi horizontal, giratorio y cribado. Esta maquinaria presenta cuchillas en su interior, cuyo objetivo es romper las bolsas y acelerar el trabajo de los operarios. Este movimiento permite que el residuo orgánico (de menor tamaño) se tamice por los orificios cayendo debajo del equipo y el inorgánico sobrante se deslice hacia la cinta transportadora de 14 metros de largo”.
En el transcurso de la cinta, de cada lado se sitúan los operarios los cuales reclasifican rápidamente los distintos materiales, tales como papel, cartón, vidrio, aluminio, plásticos (pet verde, pet celeste, pet cristal, pead, ect), y pañales que son incinerados en el horno pirolítico.
Los elementos inorgánicos, previa clasificación, son compactados y enfardados en prensas hidráulicas, luego se acopian en boxes que posteriormente son comercializados, 2 veces al mes.
Por otro lado, Sheffer señaló que “el residuo orgánico obtenido debajo del trómel, es trasladado a piletas o camas de tratamiento, donde comienza un proceso de biodegradación y descomposición de los residuos. Luego de 3 a 4 meses de maduración y bajo períodos variables que depende de diversos factores como la temperatura y la humedad, se producirá el compost o tierra fértil.
Este producto se pone a la venta o se utiliza como abono para mejorar producción o suelos afectados.