La municipalidad de Trenque Lauquen decretó hoy duelo por tres días por el fallecimiento del ex intendente municipal durante 2002-2003 y 2003-2007, Ing. Juan Carlos Font, a los 64 años de edad, como consecuencia de una larga y cruel enfermedad que sobrellevó con entereza y dignidad, y contra la que luchó con fortaleza y perseverancia, dos de las características destacadas de su personalidad. La Bandera Nacional permanecerá a media asta.´

Font asumió la intendencia en mayo de 2002, debido a la renuncia del Dr. Jorge Alberto Barracchia por razones de salud, y en 2003 fue elegido por el voto popular (con casi 60% de los sufragios), completando su mandato hasta el 10 de diciembre de 2007.

Antes fue concejal por la Unión Cívica Radical en los períodos 1987-1991; 1991-1995; 1995-1999 y 1999-2002, siendo Presidente de su bloque. Y después de dejar la intendencia llegó a presidir el Comité de su partido. También acompañó como funcionario la gestión del intendente Horacio Arrastúa, en el retorno de la Democracia, y fue miembro fundador del Codenoba, un corredor de municipios del noroeste bonaerense desde el que buscaba plantear y encontrar soluciones a los problemas comunes de la región.

Pero más allá de los cargos, desde muy joven estuvo ligado a la política, su gran pasión, lo mismo que la función pública, que abrazó con honestidad, convicción, compromiso, firmeza, transparencia e integridad, dedicándole gran parte de su vida. Siempre pensando en el bienestar de la comunidad, de los más desprotegidos y del empleado municipal. Siempre con una mirada inclusiva.

Como legado visible de su paso como jefe comunal quedan algunas de las obras emblemáticas del distrito: el Centro Cívico La Primera, el Hogar Marcelo Castella, el canal pluvial que terminó con las históricas inundaciones en la calle Uruguay, el Hogar Cacho Cabrera, la ampliación del Hospital Francisco Eguiguren, el Jardín de Beruti, la restauración y hermoseamiento del predio de la Estación del ferrocarril y la construcción de más de 400 viviendas -el último barrio que inauguró fue el Aramendi-, entre muchas otras que podrían enumerarse.

Aunque la suya no fue una gestión sólo de obras. Reinstaló la Fiesta de las Colectividades, impulsó la creación de un museo de Bellas Artes junto con la recuperación de los murales originales de Rodolfo Campodónico (además, su amigo personal) que exhibió en un espacio acondicionado especialmente, refuncionalizó el Chalet de los Ingleses como ámbito del arte, y trató de instalar una exposición integral del comercio, la industria y el campo. Y afrontó con templanza y firmeza una de las peores crisis económicas del país: los tiempos de trueque de mercaderías y pago de salarios con patacones.

En los últimos meses, cuando la enfermedad ya le impedía levantarse de su cama, Font -al que la comunidad nunca dejó de llamar «Carlitos», como en su infancia-, solía recibir la visita de familiares, amigos y dirigentes, entre ellos el actual intendente, Miguel Fernández, a quien esperaba con sugerencias, recomendaciones e inquietudes comunitarias que compartían en prolongadas charlas.

Trenque Lauquen lo va a extrañar.