En su mensaje a la comunidad, y en representación de toda la familia de Don Eduardo Pereda, uno de sus hijos, Eduardo, acompañado por su madre, Estela y su hermana Teresa (curadora de la colección y encargada de clasificar las piezas) destacó el trabajo realizado por su padre, y dijo que “fue un logro de él, y una envidia nuestra”.

“Siempre nos preguntamos que vio detrás de las piezas de plata, de los tejidos, de qué se enamoró”, señaló Eduardo para contar que su padre, de muy chico, tuvo dos vivencias que le marcaron su pasión por la cultura mapuche, la primera fue en el campo de su abuelo en Trenque Lauquen, donde encontró muchas de las cosas que hoy están en exhibición, y la segunda vivencia fue un viaje que hizo a la Patagonia en el verano del ’45 cuando tenía 18 años, donde tomó contacto con la cultura mapuche y empezó a recolectar las joyas y tejidos con el fin de preservarlos.

“Hoy estamos contentos porque dimos cumplimiento al deseo de mi padre: que esta colección quede albergada en una institución pública como el Museo Histórico Regional para que toda la comunidad pueda disfrutar de la colección”, señaló Pereda, quien destacó el compromiso de la comunidad de Trenque Lauquen.